El artista

los eslabones de alexis

1969 es el año en que el artista Alexis abre los ojos al mundo.

En cuanto tuvo la oportunidad (que apareció con 18 años) se dedicó en cuerpo y alma a la creación artística, primero durante su formación en la Escuela de Artes de Zaragoza (donde realizó su primera exposición individual) y más tarde compartiendo estudio con otros artistas, París, Barcelona, Málaga…

Con la perspectiva que le da el tiempo (30 años ya de dedicación exclusiva al arte) y con prácticamente la totalidad de sus obras distribuidas por colecciones privadas de medio mundo, Alexis compara su trayectoria artístico-vital con un inmenso puzzle del que no sabía su existencia.

Desde joven contó con algunas piezas que por ignorar que formaban parte de una imagen fragmentada (lo que es todo puzzle) las veía como “cosas” inconexas. Algunas de esas piezas son las mismas (o parecidas) que las del resto de seres humanos y surgieron, y siguen surgiendo, de las maneras más dispares…

        Un día en el colegio oyó de su profesor que “la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma” y aquello, que le pareció algo mágico pero demostrado y confirmado por la ciencia, con el tiempo… sería una de las llaves que le abrirían la Gran Puerta.

        “Yo no he venido aquí a ser una hormiguita obrera, yo no he venido aquí a sufrir”… se ve que le dijo el pequeño Alexis un día a su madre. Y de nuevo, con el tiempo… aquella sería la llave de la comprensión de antiguas enseñanzas místicas.

        De su yayo recibió el consejo de “dedícate a aquello que te guste tanto hacer que estuvieses dispuesto a pagar por ello… imagina si no sólo no tienes que pagar, sino que te pagan a ti”. En aquellos días no sabía que lo que palpita en el interior de un niño, es el recuerdo aún fresco de lo que viene a hacer.

Mientras tanto… dibujar, pintar, acumulando vivencias, decisiones vitales, sin saber que todo aquello eran pistas… ignoraba que esas mismas obras que creaba eran a su vez nuevas piezas del puzzle, señales codificadas que algún día descifraría… que algún día, cuando estuviese preparado, le revelarían que todas ellas formaban parte de un puzzle… y que todo puzzle contiene una imagen.

Así apareció su primera colección de dibujos “Oficios Artísticos” de formas ovoideas y sombreado de puntos, puntos… muchísimos, miles y miles de puntos… En paralelo creaba durante los veranos, sus primeros Paisajes Imaginarios y “Eslabones”.

Los cuadros de “Paisajes Imaginarios” con elementos de Zaragoza  verían su versión en papel a través del libro patrocinado por Ibercaja: “Arquitecturas Imaginarias de Aragón”.

“Los Eslabones de Alexis” le ocuparían la práctica totalidad de estos primeros 30 años de creatividad, una colección de óleos cuya amplitud no habría sido posible sin el respaldo y apoyo del marchante de arte y galerista Sam Benady.

Y ahora… anda a caballo entre España y Thailandia, preparando nuevas colecciones de dibujos y pinturas fruto de estados meditativos más o menos profundos, con proyectos comunitarios, quizás un futuro libro…